jueves, 22 de octubre de 2009

Carta a Pere en su 35 cumpleaños. Un regalo bidireccional.

Josu Sein

Los años pasan. Quizás no sean los años los que acaban con nocotros, sino nosotros los que acabamos con los años. Miedos, proyectos no concluidos, promesas disueltas, una enfermiza atracción por la tensión, incapacidad para encontrar tan siquiera un punto intermedio entre los "te quiero" efímeros y los permanentes nunca expresados. ¿Son los años los que acaban con nosotros?

Nada que haya sido arrancado de raíz vuelve a crecer. Falta de habilidad. Patrones de comportamiento que se repiten, árboles podridos que olvidas incinerar mientras dejas que los amados mueran para siempre por no preocuparte ni tan siquiera de regarlos. Y es que todos necesitamos humedad. Todos...
Si pierdes el último tren ya llegará otro que te conduzca al mismo lugar, pero no te encontrarás con lo esperado. Otra estación del año, otro tiempo, otro paisaje, y el monumento que pretendías visitar ha sido reformado. Y aún así seguiremos sin llevar reloj para no volver a perder el último tren...

A pesar de la subjetiva percepción del tiempo, el agua no deja de evaporarse. Un día se te ocurre ir a visitar al habitante del estanque que también compartías y te encuentras cara a cara con la soledad. El estanque se ha secado y el habitante se ha mudado. Porque todos necesitamos humedad...

Reflejos en la cerveza que estoy bebiendo. Los recuerdos funcionan como los sueños. Somos nosotros los que los pintamos con los colores que más nos convienen. Veo una cara en el espumoso líquido, y no es la mía. Le doy un trago para que la cara penetre en mí, mientras le agradezco el haberme recordado por segunda vez en mi vida que las benzodiacepinas de carne, hueso y sangre existen, aunque sólo sea por un momento, ya que San Pedro sigue guardando las llaves del cielo. Pero sigo viendo la cara en la cerveza, y sigo bebiendo, echando de menos el opiáceo humo que en algunos momentos de mi vida me envolvió y deseando que el subrepticio egoísmo no nos lleve a todos al mismo pozo. Una vez agotada la cerveza y sin más líquido a mano, ¿cuánto tiempo puede uno aguantar sin hidratarse? ¿Cuánto tiempo puede aguantar uno sin humedad?..

Josu Sein

3 comentarios:

  1. Tranquilo, llegarán épocas de lluvia y de humedales y más tarde las turbas bajo tierra. Es la puta rueda de la vida.

    Puede que como dice la canción.. el amor sea la respuesta pero no es la solución.

    Besitos

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  2. A cada estanque que se seque aparecerá otro para saciar nuestra sed. Ocurre que, por desgracia, a medida que envejecemos nuestra sed se torna insaciable, sólo lo que añoramos podría satisfacerla, y lo que añoramos ya se ha ido.
    No se trata de conformismo, sino de pragmatismo. A lo mejor no hay que buscar ese agua límpida y fresca y, desde luego, no hay que aceptar el agua turbia. Existen un montón de gradaciones aceptables e incluso recomendables.
    Y sursum corda, copón.

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  3. Esta todo inventado, solo nos queda mezclar, intentando que las nuevas mezclas hagan tilín donde deban sonar, reinventar o redireccionar nuestra mirada, cada vez que perdemos ese ultimo tren que no se cansa de volver a embestirnos. Dijiste cerveza....¿? fresquita...¿? me apunto, sin dudarlo, después, hablamos de humedades...


    Abrazzzusss

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