lunes, 29 de diciembre de 2008

Human nature...

Josu Sein

Cada vez que se inicia un debate, en los que normalmente soy de los que están “a favor” (a favor de que las fiestas con animales desaparezcan, si es eso lo que se debate), se acaba haciendo referencia a lo “natural” y a lo artificial o antinatural. Un término abstracto al que se echa mano cuando conviene y cuando no, se deja a un lado.

La persona que no tenga 2 dedos de frente, se deje manipular por los anuncios de Corporación Dermoestética, y se preste a que le conviertan en una pieza de una fábrica de producción en cadena, allá ella, pero la persona que use la cirugía estética para crearse a sí misma, ¡adelante!
“Qué asco notar el tacto de algo artificial debajo de la piel”. ¿A alguien le excita pensar en los sangrantes músculos que se encuentran debajo de la piel?
“Esas tetas no son suyas...” ¡Serán de silicona, pero claro que son suyas! No van a ser de la vecina del quinto...

Cuando hablas del veganismo , siempre hay alguien que acude a “lo natural”, hablando de la dichosa cadena alimenticia que parece que muchos han aprendido con El Rey León. Porque todos los animales se comen unos a otros (mentira), porque los animales vegetarianos tienen 4 estómagos (mentira, esos sólo son los rumiantes), porque los humanos empezaron cazando (empezaron como agricultores), porque es la ley de la selva y qué hubiera sido de los primeros homo sapiens si no hubieran matado animales y se hubieran servido de sus pieles (yo no vivo en la selva, en la que por cierto hay vegetales a mansalva, ni soy un Cro-Magnon), y un largo etcétera. Por cierto, por naturaleza, no existe ser vivo sobre la faz de la tierra que pasados sus primeros meses de existencia vuelva a probar la leche, y cuando lo hacía sólo era de su propia especie. La leche será de todo menos necesaria.

La homosexualidad no es “natural”. Lo “natural” es que un hombre y una mujer tengan hijos y formen una familia. Todas las especies de animales con reproducción sexual necesitan un macho y una hembra para procrear, no se puede negar, pero cada una tiene su manera de organizarse. Hay animales polígamos, monógamos, patriarcados, matriarcados, los hay cuyos retoños son criados por varios machos, otros por hembras, los hay incluso en los que es el macho el que da a luz, como al caballito de mar, los hay cuyos retoños no se consideran una propiedad y son criados por toda la manada, y un largo etcétera. En los humanos se da todo esto. La decisión depende de cada uno. Y la homosexualidad se da en la mayoría de animales, lo que desmiente la afirmación de los que dicen que los animales no tienen emociones y que su sexualidad va dirigida únicamente a la reproducción, para los que dicen que la homosexualidad no es “natural”, digo. Ah, no, pero entonces dicen que no seamos animales, por favor, que somos personas, cómo vamos a hacer esas cosas y comportarnos como tales. ¿En qué quedamos? ¿Cuando nos conviene para defender lo nuestro nos comparamos a los demás animales, y cuando no, nos diferenciamos? La pansexualidad forma parte de la naturaleza humana.

Para todos los que defienden todo "lo natural", todo lo que hemos construido, las casas, las sillas sobre las que estamos sentados, los medios audiovisuales, la ropa, el dinero, y así hasta el infinito, incluidos muchas veces los materiales con los que están construidos, no nacen precisamente de los árboles...

Yo tengo mucho que ver con la forma de pensar de David Cronenberg. Muchas de las cosas que la psicología moderna considera trastornos (dicho sea de paso, la psicología moderna se ha inventado en los últimos años literalmente cientos, si no miles, trastornos de la personalidad, lo que me hace pensar que si no tienes un trastorno de la personalidad es porque no tienes personalidad), son en realidad avanzadillas evolutivas a las que la sociedad tiene miedo, porque aunque la evolución no se puede parar a los poderes establecidos así les gustaría, cosa que es totalmente antinatural.

Como dice Cronenberg, el destino de los humanos es la biología, pero está en la naturaleza humana burlarse del destino, y por lo tanto, también de la biología.

La naturaleza no es sabia. Ni por el forro. Se basa en ensayos que pueden ser un acierto o ser fallidos.

Lo que llamamos realidad no es más que un artificio creado para obligarnos a no conocernos a nosotros mismos, y por lo tanto, obligarnos a no decidir por nosotros mismos.

¿No nos vanagloriamos tanto en decir que los humanos, a diferencia de otros, somos capaces de pensar y decidir? Pues eso, decidid por vosotros mismos sin ser esclavos de “lo natural”.

Si en algo consiste la naturaleza humana, es en que no existe naturaleza humana. Tod@s somos diferentes. “Cada hombre y cada mujer es una estrella" (Aleister Crowley).

Bueno, también hay que tener en cuenta que muchas estrellas tienden a convertirse en agujeros negros...

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